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Ideas para Explorar la Colaboración entre el Sector Público y el Sector Privado en Nuestra Región

Por: Enrique Posada Director del Centro de Pensamiento Estratégico y Liderazgo de la SAI


El mundo de la colaboración entre lo público y lo privado es extenso y antiguo, pero se ve afectado por falsos enfrentamientos y dicotomías, que tratan de estigmatizar uno de los dos aspectos de la realidad y a separarlos. Ello crea diversos temores y exigentes condicionamientos que, en la práctica, ponen freno a las posibilidades de que el país despegue en muchos ámbitos. Para el Estado es imposible atender todas las necesidades y objetivos a corto plazo, con total eficacia y ajustándose a las limitaciones de recursos y de presupuestos. Cada vez más, la sociedad civil, las personas, las comunidades, los medios, las entidades de control y los organismos internacionales son más exigentes; cada vez más son los derechos exigidos. Por ello es importante contar con la amplia participación en la solución de estos retos, por parte de las empresas, de los profesionales, de los que tienen habilidades para emprender proyectos rentables y generar riqueza. Pero estos sectores del campo de lo privado deben moverse en espacios de confianza, de estabilidad, de seguridad y de flexibilidad. El trabajo colaborativo ocurre en la zona de frontera entre ambos campos y las fronteras, como bien sabemos los ingenieros y arquitectos por nuestra formación matemática, geométrica y conceptual, son zonas de conflicto potencial, cuando las condiciones no están conocidas y bien definidas. Desde lo práctico, la frontera de lo público y lo privado está definida por la cultura. Como se trata de nuevas interacciones, se está dando origen a nuevas realidades y nuevos territorios también.      

Para construir una realidad en cualquier parte, va a ser muy importante que, tanto en la población como en sus dirigentes y líderes, se cuente con un sistema de creencias que apoye la realidad que se quiere establecer.

En este sentido, hay que tratar de superar las creencias limitantes. Son ideas basadas en los temores, en la negatividad, en la victimización; bajo sus influencias se considera que las propuestas que se hacen pueden ser muy peligrosas y que los riesgos son enormes.

En un nivel superior están las creencias racionales y lógicas, y sus bases motivacionales y experimentales y de conocimiento y experiencia. Acá es mucho lo que la ingeniería y la arquitectura aportan al asunto, a la concepción de las propuestas. Con su visión abierta, que aplica el análisis racional, las posibilidades de utilizar herramientas experimentales y lógicas, basadas en la ciencia, en los ensayos, en el estado del arte, en la información, en las matrices de riesgo, en los escenarios y simulaciones. Con ello, se estudian los proyectos y se concluye sobre su factibilidad. Se mueven nuestras profesiones en esas fronteras entre lo público y lo privado, planteando oportunidades, resolviendo debilidades, resaltando fortalezas y formas de aprovecharles y advirtiendo, de modo racional, de los riesgos existentes y cómo se tienen en cuenta.  

Pero existe todavía otro conjunto de creencias que son las que miran con ojo explorador y atrevido las fronteras y lo desconocido, de lo que está por explorar. Son las ideas creativas. Estas están basadas en las posibilidades, la imaginación, los proyectos, las alternativas, las ganas de resolver y asumir retos. Con ellas se plantean las motivaciones profundas que permiten contar con perspectivas, agendas, visiones y construir los proyectos y las declaraciones que abren los nuevos territorios de la gran colaboración entre lo público y lo privado.

Nuestro país y nuestras empresas antioqueñas, nuestros gobernantes, ya han avanzado grandemente en el campo de las alianzas entre lo público y privado con las obras de infraestructura, notablemente con las autopistas 4G. Ahora se plantea el reto de desarrollar estas notables posibilidades en el campo de las APP en aplicaciones más amplias, incluyendo las que tiene que ver con asuntos sociales.

Este es un campo en desarrollo, lleno de posibilidades y retos y que se están haciendo muchos ensayos en el mundo. Vale la pena atreverse. Para ello hay que cambiar muchos paradigmas y creencias limitantes. Los beneficios están a la vista. Anotamos algunos de ellos:

  • Las APP favorecen que haya competencia en los campos en los que se aplican, generando con ello una riqueza de ofertas, un espíritu de innovación, una abundancia de incentivos, unas posibilidades tecnológicas, una operación de mayor eficacia, para aumentar la calidad, con grandes beneficios para la vida cotidiana de las poblaciones.


  • En este tipo de proyectos, se establecen formas de contratación que tienden a ser más flexibles y que permiten mayores autonomías en la contratación de las personas que se encargan de su operación.


  •  Los gobiernos pueden elegir proveedores privados de APP mediante una riqueza de mecanismos de contratación, de selección, de licitación. Con ello se facilita la definición de requisitos de calidad, señalando resultados medibles y cláusulas de claras y transparentes.


  • En este tipo de proyectos, se trabaja con esquemas de riesgo compartido entre el gobierno y el sector privado, logrando mayor eficiencia en la prestación de servicios, una mejor canalización de recursos y una mejor definición de los riesgos, de sus medios de prevención y de mitigación y de las responsabilidades

En todos estos asuntos de frontera, se da lugar a rupturas y a cambios. Por ello salen a flote las creencias limitantes y los temores. Estas y estos deben ser examinados con atención. Algunos puntos y críticas a considerar, tienen que ver con la posibilidad de que con proyectos APP se genera una excesiva privatización de algunos servicios que tradicionalmente, según la cultura y las creencias prevalentes, deben ser servidos ante todo por el estado. Otro aspecto que se plantea es que, con las iniciativas privadas, se llegue a alentar segregaciones socioeconómicas y privilegios mayores para los sectores más favorecidos, en dirección opuesta a las metas de equidad social que se quieren buscar. Un tercer aspecto, es el de que con estos proyectos se aliente la corrupción; o que se favorezca el enriquecimiento excesivo de los privados a costa de lo público. 

Estamos en un mundo lleno de ejemplos y de entidades y empresas que desean hacer parte de estos nuevos proyectos. Por ello vale la pena tener una mirada global e involucrar a entidades y organizaciones internacionales en el fomento y el crecimiento de las APP. A todos nosotros nos conviene explorar la realidad internacional, no solamente para aprender y traer ideas y proyectos; sino para enseñar y llevar por el mundo nuestra sabiduría,

Vale la pena que el ambiente de la SAI se exploren estos asuntos y se contribuya a que sean parte de la actividad de gestionar proyectos en la región.

Igualmente es recomendable explorar formas de financiación de los proyectos con la participación de las comunidades y de los ciudadanos. En este sentido se presentan, a continuación, algunas ideas.


Financiación de grandes proyectos


Los grandes proyectos regionales deberían tratarse como grandes proyectos nacionales. Se trata de proyectos de infraestructura, ferrocarriles, canales y sistemas de riego, plantas de tratamiento y valorización de residuos, grandes centrales generadoras de energía, entre otras.

No se les debe mirar como proyectos que se puedan financiar totalmente con base en la venta de servicios o el cobro de las tarifas cuando esté en funcionamiento. Estas tarifas e ingresos deberían costear los costos de operación, pero, con frecuencia, parece esperar demasiado que puedan pagar todos los costos financieros y dar lugar a la recuperación total de las inversiones realizadas.

Se desea plantear tres esquemas para financiar estos proyectos.

El primero de ellos es de la participación de fondos públicos, tanto nacionales, como gubernamentales y municipales. Estos fondos se deberían entregar a fondo perdido, sin previsiones de que se puedan recuperar con los ingresos operativos. La recuperación de estas inversiones se logra mediante los beneficios sociales, económicos y ambientales que implican un proyecto de este tipo, tales como los siguientes:

  • Mejora en la competitividad del país y de las regiones, la cual se manifestará en aumento del empleo, mayor actividad empresarial y por ello mayores recaudos de impuestos; por ejemplo, en proyectos ferroviarios habrá resultados favorables de la conectividad en muchos sentidos, tales como la mejor movilidad, ahorros de tiempos, mayor comodidad, menos estrés entre la personas y mejores posibilidades para las comunicaciones y los flujos de bienes y de personas, facilitando las relaciones y la integración.


  • Mejoras en los indicadores sociales. Los grandes proyectos, por ejemplo, los ferroviarios, facilitan que las personas sean disciplinadas, que cumplan sus compromisos, que se puedan comunicar mejor y aumentar sus actividades de relación interpersonal y su sentido de la libertad y de su capacidad para moverse con seguridad y calidad. Se mejoran los flujos de bienes entre las personas y las empresas y ello activa y estimula el sistema productivo y mejora su eficiencia. Todo lo anterior tiene implicaciones positivas en las condiciones de salud de las poblaciones a través a mejoras en la calidad de vida.


  • Los grandes proyectos deben ser concebidos para que generen mejoras en las condiciones ambientales y en la sostenibilidad. Estos proyectos tienen impactos garantizados y favorables sobre la mayoría de los objetivos del desarrollo sostenible. Tales claros beneficios están en capacidad de soportar el que haya grandes inversiones públicas en los mismos.

Las inversiones públicas justificada en esta forma, se deberían aplicar a los siguientes elementos del proyecto:

  • Compra de predios
  • Costos de estudios conceptuales, estudios básicos, costos de ingeniería y de desarrollo del proyecto, costos de interventoría y supervisión del proyecto.
  • Estudios ambientales y sociales
  • Costos de preparación y alistamiento de los elementos físicos y territoriales de los proyectos.
  • Costos de elementos de alta complejidad y riesgo (por ejemplo, túneles, puentes de alta complejidad).
  • Costos asociados con la solución de litigios con las comunidades y con los grupos opuestos al proyecto.

El segundo esquema es la participación de firmas nacionales y extranjeras mediante sistemas APP o similares.

Se propone invitar a firmas a desarrollar componentes en sistemas APP, cuya rentabilidad se desprenda de la operación y cuyos gastos se puedan garantizar mediante tarifas o servicios conexos a la explotación del sistema. Dar un período extenso para el retorno de la concesión al estado, del orden de 30 años

Tales inversiones serían, entre otras, para:

  • Financiar elementos, equipos y componente especializados.
  • Financiar equipos para el funcionamiento y el mantenimiento.
  • Financiar los sistemas de protección, de seguridad y controles.

Las tarifas de operación de los proyectos deberían cubrir en buen porcentaje los costos financieros de estas inversiones y permitir la recuperación de las inversiones. Se debe establecer un sistema para evaluar los excedentes / déficits resultantes, entrando el estado a financiar los déficits o a recibir retornos adicionales basados en un porcentaje de los excedentes, cuando estos superen un objetivo convenido.

El tercer esquema es el de la participación pública de personas, cooperativas, municipios, departamentos, entidades regionales, sindicatos y otras entidades sociales y cívicas.  

Se propone que se hagan, para los diversos proyectos, convocatorias extensas, continuas, abiertas para suscribir acciones preferenciales para el público, que den garantía de rentabilidad basada en una parte de los ingresos operativos, que debe convenirse, a partir de la entrada en operación estable del sistema.

Los fondos resultantes, que serían administrados por un fideicomiso, serán entregados al estado para contribuir a financiar sus aportes.

Continuidad de los esquemas en el tiempo

Conviene contar con una visión de largo plazo, similar a la que se tiene en el Metro de Medellín, que permita que los proyectos se sigan expandiendo y desarrollando, en armonía con los municipios y las regiones beneficiadas. Se debe contar con un banco de proyectos de expansión, con un sistema de I+D+i y con una base de negocios asociados y de alianzas de trabajo.

Visión regional

Los grandes proyectos deben contar, en lo posible, con nodos, servicios y negocios asociados, como un gran sistema, que vele por el desarrollo integral de la totalidad de las regiones servidas y afectadas. Esto debe diseñarse y concebirse en armonía con las Corporaciones regionales, el departamento y las ciudades y municipios de la cuenca.

Sobre la “Vaca” como mecanismo de financiación

Se puede considera como acertada, desafiante, inspiradora y grata, la noticia de la creación de la denominada “Vaca”, el fondo fiduciario en el Idea para recoger y administrar las donaciones generosas de los antioqueños para apoyar las necesidades de infraestructura de manera autónoma más allá de la dependencia de un centralismo que parece no estar apoyando, como se debe, los grandes proyectos en Antioquia, a pesar de sus claras ventajas nacionales.

En este sentido se pudiera recomendar el dar un sentido adicional, de apalancamiento a estos esfuerzos. Hay que convocar el capital privado a en la región (agroindustria, industria forestal, sector de alimentos, sector minero, desarrollo de infraestructura, desarrollo de proyectos ferroviarios y de transporte, puertos, centrales hidroeléctricas, cadena de aprovechamiento del carbón, tratamiento térmico de residuos, construcción de cárceles, construcción de hospitales y colegios, viviendas, infraestructuras urbanas, sistema fluvial, turismo, medicina avanzada, moda y confecciones, comercio, economía naranja, economía de la I+D y Centros de Investigación y Tecnología, Recreación, parques y escenarios deportivos, Industrias especializadas para sectores: aeronáutico, astilleros, ferrocarriles, transporte; química y cerámica, entre muchos  otros).

Para ello, el liderazgo departamental, pudiera establecer categorías para cada estos sectores, con su situación actual y las metas deseadas y las acciones estratégicas para el logro respectivo y las inversiones estimadas y los métodos para estimularlas.

La gente puede donar a modo de fondo generoso y perdido. Pero este capital semilla se podría apalancar y reforzarlo con la colocación de bonos, acciones, participaciones que generen cierta esperanza de rentabilidad.

Además, atraer, con esta base, colaboración internacional.







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