Desde la SAI, como gremio referente técnico del desarrollo regional, expresamos nuestra profunda preocupación por los hechos violentos que recientemente han conmocionado al país, particularmente el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. Más allá de las figuras políticas o ideológicas, lo que está en riesgo es la estructura misma de la democracia y la posibilidad de convivir en una sociedad donde el debate respetuoso sean posible.
Tal como lo han advertido medios nacionales e internacionales, como The Wall Street Journal, hay una amenaza seria sobre la libertad de expresión y la estabilidad institucional. No se trata únicamente de hechos aislados, sino de un deterioro continuo del tejido social, de un país que pareciera acostumbrarse al miedo y el ataque al que piensa distinto.
Desde nuestro rol como ingenieros y arquitectos, sabemos que nada puede construirse sobre terrenos inestables. Lo mismo aplica para una nación: si no hay garantías para la seguridad de la vida y el ejercicio profesional, será imposible desarrollar los grandes proyectos que Colombia requiere. La violencia política, venga de donde venga, interrumpe el ciclo virtuoso del conocimiento, de la planificación y de la ejecución que requiere el país para crecer.
Hoy más que nunca, reclamamos el derecho de todos los colombianos a trabajar y crear en paz. Los profesionales que representamos desde la SAI necesitan estabilidad para aportar desde su saber técnico al fortalecimiento institucional y a la solución de los múltiples retos que enfrentamos como sociedad. En un entorno de miedo y desinformación, ningún proyecto se puede consolidar, ninguna ciudad puede florecer, ningún país puede avanzar.
Hacemos un llamado a la defensa de la democracia y del conocimiento como herramientas para la transformación. A los ciudadanos, a los medios, a los líderes políticos y sociales: la diferencia no puede ser motivo de ataque. La crítica no puede ser criminalizada. Y el país no puede seguir siendo preso del bullicio, cuando lo que más necesita es confianza.
Colombia necesita reconciliación: necesita condiciones para que quienes construyen y quienes educan, puedan hacerlo sin temor. Ese es el cimiento real de una nación en paz.
Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos – SAI
