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¿Fallas en el mantenimiento?

Por: Tomás Castrillón Oberndorfer


Aunque parezca otra perogrullada, ante hechos recientes y de actualidad, es preciso volver a manifestar la importancia y la necesidad de disponer de un permanente mantenimiento adecuado de las obras de públicas de infraestructura, y, en general, en la conservación de las obras ya realizadas, incluyendo bien sea a las históricas mediante restauraciones, y las existentes actualmente en funcionamiento.

Se empieza por el icónico proyecto de Hidroituango, específicamente en lo relacionado con el vertedero, ante la circunstancia reciente del cese de su operación gracias al verano. Se posibilita así, la inspección para determinar posibles deterioros debido al funcionamiento continuo durante un gran lapso, para lo que no fue proyectado. Ante la eventual presencia de patologías adversas, urgen las reparaciones del caso.

También, respecto al futuro mantenimiento del desarrollo del proyecto, es necesario llamar la atención sobre las denuncias presentadas por un concejal de la ciudad, en el sentido que aún no se conoce la totalidad de los costos que tuvo la contingencia que se presentó en el proyecto. Asimismo el edil ha manifestado su preocupación por que el acuerdo logrado con las aseguradoras, a la larga resulte ser insuficiente.

Con relación a las frecuentes patologías adversas que presenta el río Medellín, se informó recientemente que la Universidad Nacional ha presentado un informe donde se concluye que “Atender puntos críticos en la zona norte del río costará $ 10.000 millones”. Ha trascendido, además, que en dicho informe se concluye que existen procesos de sedimentación y desestabilización que originan la formación de barras afectando el flujo normal, causando erosiones en las orillas y socavación en las placas de canalización. Claramente, esos procesos de formación pueden controlarse mediante un correcto mantenimiento permanente, y no esperar a que se presenten las fallas en los recurrentes invierno. Esto, para no profundizar en los diseños originales propiamente dichos, de las placas de canalización y el mismo trazado de la canalización que otrora afectó el recorrido meándrico del río. Para ajustar, sobre la problemática se informa también que existen otros tres puntos críticos.

También es notable el deterioro que presentan las superficies de rodadura en distintas vías de la ciudad, manifestando la evidente carencia de los mantenimientos oportunos requeridos. Al respecto, a la comunidad le preocupa demasiado el manejo tortuoso que se dado, con una gran injerencia de conveniencias política, a la adjudicación de los contratos, como se ha denunciado recientemente.

Considerando meritorio y plausible el hecho de que se han hecho grandes inversiones en el mantenimiento mejorando las vías vecinales, mediante la ejecución de un gran kilometraje de Placas Huella, como se ha manifestado por parte del gobierno departamental, es preciso llamar la atención sobre la necesidad de que se revisen y mejoren los diseños geométricos para atender el aumento de velocidad que traerá la mejora en la superficie.

En las obras relacionadas con la cultura, como la Biblioteca Pública y las escuelas de formación, son muy preocupantes los hechos recientes. Respecto a la Biblioteca, se denunció la presencia de goteras increíblemente causadas por fisuras y grietas ocasionadas por procesos de renovación y adecuación sismo resistente, lo que permite cuestionar seriamente las labores de los profesionales de la Ingeniería y Arquitectura involucrados. En cuanto a los establecimientos para atender la educación primaria y media, son innumerables las denuncias, desatendidas por la autoridad local, relacionadas con la falta de mantenimiento de los establecimientos.

En cuanto al mantenimiento que requieren las obras de importancia histórica, es muy plausible el proyecto de renovación del denominado Claustro de San Ignacio, pero, al mismo tiempo se informa del deterioro del proyecto de rescate arqueológico del “Acueducto de hace más de 125 años”, el denominado desarenadero de Ayacucho, que según se informa “está punto de perderse”, por falta de mantenimiento de las obras de protección.


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