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Res non verba ¿Cuál “Pacto Histórico”? ¿Cuál “Potencia”?

Por: Ingeniero Civil, Tomás Castrillón Oberndorfer


El país está permanentemente atosigado (envenenado o infectado) con una profusión de lemas tales como los mencionados en el titular de este escrito, entendiendo que se trata de seguir desorientando a la opinión, disimulando, al mismo tiempo, el mal accionar del mamertismo asentado en el poder.

Por ejemplo, si POTENCIA es la “capacidad para hacer un trabajo”, es preciso definir cuál es el trabajo, porque eso de la “Potencia de la vida” no tiene ningún sentido, porque, en realidad, los del Pacto Histórico están sembrando muerte por doquier.

Además, el presidente se la pasa arengando mediante la proclamación de galimatías como esa de que “¡El que la haga, se va!”, al referirse a la corrupción desatada por el grupo representado por él, pero no aclara para donde es que “se van”, como en el caso de Benedetti, que ciertamente “se fue”, pero para una embajada.

Y otros que dizque “se van”, resulta que “se van” a hacerle un mandado al presidente. Ese parece ser el caso del excanciller que resulta promoviendo una Asamblea Nacional Constituyente. Resulta que se basa en un aparte del nefasto acuerdo de La Habana que en su introducción establece: “Con el ánimo de consolidar aún más las bases sobre las que se edificará la paz y la reconciliación nacional……CONVOCARÁ todos los partidos, movimientos políticos y sociales y a todas las fuerzas vivas del país a concertar un gran acuerdo político nacional encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz… ¡Uf! ¡Que “rabuleo” tan tenaz! (discurso propio de “un indocto, charlatán y vocinglero”). ¡Que cansancio! Es prácticamente imposible de leer y mucho menos de digerir, esta literatura típica de áulicos como el inefable Roy. Pero, el excanciller se basa en algo que no existe, porque dicha traición a la Patria fue RECHAZADA por el plebiscito. ¡Así de sencillo!

Resulta que en materia del arribo de algunos personajes a algunos ministerios, podría aceptarse, en gracia de discusión, el dicho aquel que decía: “Todos traen alegría a un ministerio. Unos cuando llegan y otros cuando SE VAN”. En el caso del señor Leyva no se cumple para nada. ¡El que entendió, entendió!

Simultáneamente, algunos se alborozan porque dizque acordaron con el ELN “el primer punto de una agenda” en la cual se garantiza “la participación de la sociedad civil en el proceso de paz” con el aval de los seis países garantes, o sea: Brasil, Cuba, Chile México, Noruega, Venezuela (¡Comunismo a la lata, Juanito!), que, según trascendió, está plasmado en un documento que es otra muestra del “rabuleo” propio de los mejores émulos del tenebroso Cepeda. En resumen, se trata de “un primer punto de una agenda con la participación de la sociedad civil y con el testimonio de los garantes”, preguntaría Marañas: “¿Esto con qué se come?”. Y toda esta parafernalia circunstancial, se logra con negociaciones de un “Yo con Yo” como quedó plasmado en la foto de la negociadora del gobierno Vera Grabe y el representante del ELN, Pablo Beltrán, en medio de acusaciones del gobierno del incumplimiento del pacto traidor de La Habana. (¡¿?!).

Cabe preguntar: ¿Cómo es eso de un incumplimiento de un pacto inexistente al ser negado por el plebiscito y en qué consisten los avales que brindan los tales garantes, y ahora vienen con “más de lo mismo”? ¿Será entonces que el Pacto Histórico implica la Traición a la Patria?

Caben numerosas inquietudes. Por ejemplo. ¿Cuál es la garantía que ofrecen estos países? ¿Quiénes conforman la tal Sociedad Civil? Etc.

Casi simultáneamente, se informa que: “Álvaro Uribe SI será juzgado e Iván Cepeda estará entre las víctimas”, puesto que “la juez que lleva el proceso, negó la solicitud de nulidad que interpuso el abogado del exmandatario”. Claramente, era lo que se esperaba, con el cambio en la fiscalía, y que la percepción que deja la decisión de la juez, es que “está cuidando el puesto”, o mejor “haciendo un mandado”, al ser sometida a evidentes “llamadas de arriba”.

Al final, queda una desagradable sensación de que a pesar de que continuamente se está proclamando que es necesario preservar la institucionalidad, existen personajes como los del clan mamerto, los comunistas, que buscan lo contrario. Para ello se han infiltrado en toda clase de instituciones, como las encargadas de la administración de justicia, de lo cual no ha estado exenta la CSJ, empezando desde los tiempos de los computadores de Reyes y la condena de A.F. Arias.

El problema está, entonces, en las infiltraciones en las instituciones de personajes bien conocidos pero “de cuyo nombre no quiero recordarme”, como puede verse también en el parlamento.

Considerando entonces, que la gran institución es por antonomasia, “la más importante”: la PATRIA, ¿Qué decir de quienes se infiltran en ELLA, para traicionarla? Esto es precisamente lo que ha acontecido continuamente en los “arreglos” que se han dado como los de la FARC y el M-19, y que actualmente se buscan con el ELN.

Queda entonces, la siguiente inquietud: ¿Cuál es el tratamiento que la institucionalidad, que aún subsiste, debe darle a los verdaderos “traidores a la Patria” que protagonizan tales entregas?



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