​​

Comunicado de la SAI sobre la formación profesional

Consideraciones de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos - SAI sobre la formación profesional Comunicado a la opinión pública 

Medellín, abril 27 del 2022

Desde la segunda mitad del siglo pasado, luego de la popularización masiva de los medios cibernéticos en todos los ámbitos, incluyendo el educativo, empezaron a manifestarse inquietudes sobre la percepción siguiente: A pesar de las grandes facilidades de índole audiovisual, de comunicación, de procesamiento de grandes volúmenes de información accesibles a gran parte de la comunidad, se empezaron a presentar síntomas de grandes deficiencias en la formación en general del ser humano y, específicamente, de los que logran acceder a la educación superior. La SAI, de acuerdo con su compromiso permanente con la comunidad en general, es consciente de dicha problemática que ha sido debatida en sus organismos internos y considera su deber presentar las siguientes reflexiones. Partimos de definir la FORMACIÓN como la acción y efecto del crecimiento, aumento, reforzamiento y progreso del ser humano, que abarca todos los aspectos del desarrollo personal, mientras que entendemos la EDUCACIÓN como un proceso para facilitar el aprendizaje o la adquisición de conocimientos. Resaltamos las evidentes diferencias entre ambos conceptos, que son necesarios y complementarios. La SAI considera que EDUCACIÓN, especialmente la Primaria y la Secundaria, se han venido constituyendo, con preocupante frecuencia, en procesos contaminados por adoctrinamientos que impulsan una particular narrativa y visión ideológica, principalmente en la educación pública, en perjuicio de aspectos esenciales formativos. Como consecuencia, se tienen en este nivel resultados claramente inaceptables en capacidades básicas como la comprensión de lectura y la facilidad de expresión, como continuamente lo demuestran las diferentes pruebas de saber y conocimiento a que son sometidos los estudiantes. En cuanto a la verdadera FORMACIÓN son evidentes las deficiencias en lo que respecta al comportamiento social, al sentido del progreso y de la historia, a los valores morales, cívicos y éticos de los egresados, y a la falta de visiones inspiradoras y de proyecto de vida. Contribuye a lo anterior, desgraciadamente, el advenimiento de tantas facilidades en la consulta y en la copia de información, con un efecto colateral muy nocivo porque se pierde la noción de que el progreso, el crecimiento y la formación resultan del trabajo constante y paciente. En otras palabras, se ha caído, por parte de los estudiantes, en un exceso de facilismo e inmediatismo que se manifiesta luego en las actitudes y comportamientos que en ocasiones asumen como profesionales. Estas carencias y deficiencias parecen que vienen creciendo y constituyen, de entrada, una seria limitación para los que acceden a la educación superior. La educación superior tiene un gran desafío, dada la riqueza de opciones, en su definición del producto a entregar. Para el caso de nuestras profesiones, ingeniería y arquitectura, en general este objetivo debe responder a definir qué tipo de profesional se necesita en Colombia, resultado que se va desde la formación de profesionales competentes en el ámbito nacional, hasta la formación de especialistas comparables a los ofrecidos por las mejores universidades extranjeras. La SAI considera que se requiere que la mayoría de los profesionales deben tener las competencias mínimas para atender las necesidades nacionales y considerar, en forma más razonable, la búsqueda y utilización también necesarias, de especialistas en algunas áreas. Creemos que hay cuestionamientos válidos sobre la calidad de los egresados principalmente por la dispersión existente en cuanto a las capacidades desarrolladas en las diversas unidades académicas. Observamos con el paso de los años una tendencia a eliminar cursos fundamentales para la FORMACIÓN y otros necesarios para atender las necesidades mínimas propias de la EDUCACIÓN. En este sentido No solo es importante la mirada congelada en el tiempo y endógena de lo que se entiende y considera hoy como Educación y Formación, es también muy importante la contextualización de la Educación y la Formación con el entorno y en el mundo de hoy por la razón teleológica de la pertinencia de los estudios superiores de cara al presente y al futuro. Examinar continuamente los fines, los objetivos y los procesos concretos, de manera que los estudiantes tengan conciencia de todo ello. Por ello la SAI considera que esto exige la permanente revisión, apoyada en criterios razonables y lejos de presiones políticas, de los contenidos curriculares de los diversos programas académicos y de la forma en que estos se manifiestan en logros objetivos. Consideramos que, en los últimos años, el Estado se ha preocupado por agilizar el tránsito de los estudiantes y las capacidades de admisión en la academia, impulsando la disminuyendo en la duración de las carreras y aumentando, simultáneamente, la cobertura, lo cual tiene el riesgo de rebajar las exigencias. Estima la SAI que es necesaria la implantación de medios de aseguramiento mínimos, pero suficientes, para garantizarle a la comunidad la calidad de los egresados. Es muy buena la calidad de muchos de los estudiantes, hay importantes desarrollos en los semilleros de ciencia y de investigación y existen muchos egresados sobresalientes que se destacan, inclusive en el exterior. Celebramos todos estos casos, muy relacionados con el esfuerzo personal y de algunos grupos e instituciones. Nos gustaría que la excelencia se extendiera por las instituciones educativas en todo el país, al alcance de todas las regiones y grupos sociales. Ciertamente las necesidades que ha traído un mundo muy cambiante en aspectos como la globalización, el agravamiento de fenómenos como la contaminación, el incremento poblacional, las crisis sociales y los cambios climáticos, han aumentado drásticamente la necesidad de que el egresado posea unas aptitudes y actitudes mínimas, para poder participar en el tratamiento de las exigentes necesidades, por lo que la SAI se permite recomendar se estudie la conveniencia de aumentar el número y la intensidad de los cursos y de las interacciones de todo tipo, curriculares y extracurriculares que faciliten el que los estudiantes estén expuestos al examen de tales importantes asuntos. Ante las perturbaciones que se experimentaron durante las épocas que ha experimentado la humanidad y el país con el impacto del Covid-19 y antes las nuevas opciones educativas que ello trajo, se necesita propender por tratar de aminorar los efectos negativos y aprovechar conscientemente los aspectos innovadores. La SAI recomienda que se intensifiquen los estudios necesarios y se tomen medidas tendientes para salir con éxito y ventaja de estas circunstancias y convertir la crisis en oportunidades de cambio favorable. En este sentido señalamos que a nivel internacional hay ya esfuerzos pilotos de repensar radicalmente la nueva Universidad y la Educación en los niveles básicos. Señalamos, por ejemplo, casos como el del énfasis en la EDUCACIÓN STEAM (DTEM) y en el impulso a la innovación, como los de la Universidad de la Singularidad entre otras experiencias. 

Junta Directiva SAI

Iniciar sesión dejar un comentario